Las impresoras: el eslabón olvidado de la ciberseguridad

  • Opinión

José Luis Encabo, coordinador de Preventa, Brother Iberia

En un mundo hiperconectado, donde las amenazas digitales evolucionan con una rapidez alarmante, resulta sorprendente que un dispositivo tan omnipresente como la impresora siga siendo el gran olvidado de la ciberseguridad. En plena era del trabajo híbrido, donde los límites del perímetro corporativo se han desdibujado, las impresoras permanecen como puertas traseras abiertas que muchos todavía no se han molestado en cerrar.

Por José Luis Encabo, coordinador de Preventa, Brother Iberia

La transformación digital, acelerada por la pandemia, ha dispersado los entornos de trabajo más allá de las oficinas tradicionales. Esta nueva realidad ha ampliado la superficie de ataque de las empresas: ya no basta con proteger los servidores centrales o los portátiles personales de los usuarios corporativos. Las impresoras, muchas veces conectadas a la red y accesibles de forma remota, se han convertido en un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes.

¿Por qué? Porque son invisibles para muchos responsables de TI. Y esa invisibilidad las convierte en un blanco perfecto. Acceso no autorizado, interceptación de datos, firmware sin actualizar, protocolos obsoletos o ataques de ransomware, son solo algunas de las amenazas reales a las que están expuestas. Lo peor es que estos dispositivos pueden actuar como caballos de Troya, abriendo la puerta a la red corporativa desde el rincón más inesperado: la sala de reprografía o hasta la impresora que se usa para teletrabajar.

La respuesta no puede limitarse a parchear. Es hora de asumir que la seguridad debe estar integrada desde el diseño del equipo. Fabricantes como Brother incorporan ya medidas como el cifrado de datos, arranque seguro, autenticación robusta o funciones de borrado seguro. Pero la tecnología no es suficiente si no va acompañada de cultura y estrategia.

Los distribuidores y proveedores de servicios gestionados tienen aquí un papel clave. No solo deben ofrecer soluciones seguras, sino también educar al cliente. Demostrarle, con hechos y cifras, que una impresora mal protegida puede convertirse en el talón de Aquiles de toda su infraestructura.

La ciberseguridad aplicada a la impresión no es una opción, es una necesidad. Y modelos de negocio como el security-as-a-service o las suscripciones mensuales hacen viable y rentable para el canal ofrecer protección continua y actualizada.

Vivimos en un entorno donde cada byte cuenta, cada vulnerabilidad suma y cada dispositivo conectado importa. Ignorar la seguridad en la impresión es como blindar una casa… y dejar una ventana abierta en el sótano. Ya es hora de cerrar esa ventana.

Si quieres conocer cómo Brother te puede ayudar a proteger tus impresoras, contacta con nosotros.