Cómo transformar la seguridad de la impresión

El estudio Print Security 2024 de Quocirca muestra que las preocupaciones de los usuarios con respecto a la seguridad de su infraestructura de impresión están aumentando. No se trata solo de documentos extraviados: los dispositivos de impresión y su software se consideran cada vez más puntos de vulnerabilidad que los atacantes pueden aprovechar para acceder a la red más amplia de una organización.

Tradicionalmente, la seguridad de la impresión dependía en gran medida de los nombres de usuario y las contraseñas, incluso para los administradores. Este enfoque tiene deficiencias significativas, especialmente a medida que las organizaciones se trasladan a la nube. De hecho, las contraseñas tienen muchos fallos de seguridad inherentes: se pueden copiar, compartir o robar fácilmente y no ofrecen una forma real de verificar quién está accediendo realmente al entorno de impresión.

Con el aumento de la potencia informática, los actores maliciosos pueden descifrar muchas combinaciones de nombre de usuario y contraseña en segundos, incluso cuando las organizaciones se enfrentan al desafío mediante la aplicación de contraseñas cada vez más complejas y soluciones de administración de contraseñas para ayudar a los usuarios a usarlas de manera segura. El auge de la IA y la computación cuántica amenaza aún más con dejarlas obsoletas.

En muchos casos, sin embargo, es la copia o el robo de contraseñas a través de ataques de "ingeniería social" los que resultan más difíciles de mitigar, y los dispositivos compartidos en la red, especialmente aquellos que se enfrentan a Internet para hacerlos más productivos, se convierten en una superficie de ataque particularmente atractiva, ya que generalmente no atienden a administradores de contraseñas o métodos más modernos para resistir el phishing.

Las violaciones de datos a gran escala también exponen las bases de datos de nombres de usuario y contraseñas. Dado que muchas personas reutilizan credenciales en todas las plataformas, estas listas robadas están disponibles para su compra en la web oscura, lo que representa un gran riesgo para la seguridad. La dependencia de las contraseñas de los usuarios deja expuesta la infraestructura de impresión, lo que requiere un cambio a métodos de autenticación más robustos y seguros.

Un ejemplo es Secure Print+, una solución avanzada de Brother que garantiza que todos los trabajos se impriman cuando el usuario pasa una tarjeta NFC sobre la impresora y libera la impresión. Los usuarios cuentan con una tarjeta de identificación para liberar sus trabajos. Funciona a través de Near Field Communication (NFC) y está vinculado a un número único por cada empleado. La tarjeta hace el uso más sencillo, ya que los empleados no necesitan recordar un código PIN para liberar los trabajos de la impresora.

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