Las impresoras eficientes se convierten en el eje del ahorro energético en la oficina
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Las empresas buscan reducir su consumo eléctrico sin grandes inversiones, y la impresión emerge como uno de los ámbitos con mayor potencial de mejora. Brother destaca cómo la tecnología eficiente y los hábitos responsables pueden transformar el gasto energético diario.
En un contexto en el que la sostenibilidad se ha convertido en una exigencia social y empresarial, las oficinas buscan nuevas formas de reducir su consumo energético sin necesidad de realizar grandes inversiones. Según explica Brother, muchas de las mejoras más efectivas provienen de revisar los hábitos cotidianos y optimizar el uso de los equipos que más energía consumen, entre ellos las impresoras.
Una parte significativa del gasto energético de una oficina procede de los dispositivos de impresión. Por ello, Brother subraya la importancia de elegir equipos diseñados específicamente para ser eficientes. Sus impresoras incorporan funcionalidades que permiten reducir tanto el consumo eléctrico como el uso de materiales, entre ellas:
- Impresión automática a doble cara, que reduce a la mitad el uso de papel.
- Consumibles de larga duración, que disminuyen la frecuencia de reemplazo y generan menos residuos.
- Modo silencioso, que mejora el confort acústico en espacios compartidos.
- Bajo consumo en reposo, minimizando el gasto cuando el equipo no está en uso.
Además, estos dispositivos cuentan con certificaciones como Blue Angel, que acreditan su bajo impacto medioambiental, y se integran en programas de reciclaje de consumibles que refuerzan el compromiso con la economía circular.
Hábitos de impresión que marcan la diferencia
Más allá de la tecnología, Brother destaca que los pequeños gestos del día a día pueden generar un impacto notable en la factura eléctrica. Entre las prácticas recomendadas se encuentran apagar los equipos al finalizar la jornada, configurar modos de suspensión, utilizar regletas con interruptor o incluso promover iniciativas internas como un “día sin impresión” para concienciar a los equipos.
Estas dinámicas no solo reducen el consumo energético, sino que también fomentan la participación y el compromiso de los empleados, creando una cultura corporativa más responsable.
Adoptar impresoras eficientes y promover un uso responsable de los recursos no solo reduce costes, sino que también proyecta una imagen de marca alineada con los valores actuales. En un entorno cada vez más competitivo, las empresas que demuestran sensibilidad ambiental destacan frente a sus competidores y fortalecen su reputación tanto interna como externamente.
Brother recuerda que avanzar hacia una oficina energéticamente eficiente no requiere grandes transformaciones: basta con combinar tecnología adecuada, hábitos responsables y una visión a largo plazo. Y, en muchos casos, el cambio empieza por algo tan cotidiano como la impresora.