El papel es clave para los procesos de trabajo
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Desde hace al menos tres décadas el uso del papel en el ámbito laboral ha evolucionado mucho. Este, así como los dispositivos alrededor de una oficina, se han vuelto mucho más sofisticados para adaptarse a las nuevas necesidades de los trabajadores en la era digital.
No se puede hablar de oficinas sin papel. De hecho, se podría decir que el papel es clave para los procesos de trabajo y la productividad de los empleados. Y es que, el papel es utilizado, en muchas ocasiones, para analizar información o para trabajos específicos ad hoc como una reunión, un email o realizar anotaciones en la información que se maneja. Además, a la hora de leer un documento un 49% de los trabajadores prefieren leerlos en papel que en la pantalla.
Vemos pues que el documento impreso sigue siendo clave en el momento de la toma de decisiones y la revisión de información. Lo esencial, entonces, es la optimización de los recursos y disponer de una variedad suficiente de equipos de impresión que provean eficientemente soluciones a los empleados, según cada necesidad.
Para Brother, la clave está en analizar el uso que se hace de la tecnología en un entorno concreto, para saber qué dispositivos convienen en cada departamento: color o monocromo; impresora, multifunción, escáner o bien una combinación de éstos. Y tan importante como esta optimización es el uso responsable del papel.
A día de hoy, existen dispositivos que nos permiten imprimir a doble cara, en modo folleto o marcas que facilitan el reciclaje de los cartuchos usados de tinta y el tóner. Está claro que, con todo, a la impresora aún le queda mucho para convertirse en un dispositivo olvidado en un rincón acumulando polvo.
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