Transferencia térmica y térmica directa: qué tecnología de impresión de etiquetas elegir (I)

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Dos formas de impresión de etiquetas concentran hoy la demanda de aquellas empresas y profesionales que necesitan etiquetar: la impresión con transferencia térmica y la impresión térmica directa. Brother explica en qué consiste y qué ofrece cada una de estas alternativas de impresión para que elijas la que más te conviene.

Atrás quedaron las rotativas tipográficas y los procesos flexográficos. La tecnología de impresión de etiquetas ha evolucionado sin cesar en los últimos años, y aquellos que necesitan etiquetar con calidad, hasta 4 pulgadas, tienen a su disposición impresoras con transferencia térmica y de impresión térmica directa. Pero ¿qué es y qué ofrece cada una de estas alternativas de impresión? Como señala Brother, mientras que la transferencia térmica se caracteriza por ofrecer mayor resistencia y durabilidad, la tecnología térmica directa es más económica, sencilla y para blanco y negro.

La transferencia térmica es una tecnología que se basa en el uso de un cabezal térmico, un ribbon (cinta) y una etiqueta, que puede ser en papel mate, semi brillo o sintética.  Mediante la transmisión de calor del cabezal al ribbon se desprende una sustancia (tinta) que se impregna en la etiqueta, dando como resultado una impresión altamente duradera, resistente y en color (según el ribbon que se utilice).

Estos ribbon ofrecen distintas calidades dependiendo de la necesidad de durabilidad de la etiqueta que tenga el usuario. Los menos duraderos son los de cera, válidos para un etiquetado a corto plazo como, por ejemplo, para envíos de mensajería. Los de más calidad, compuestos de resina, garantizan una mayor durabilidad, usándose en el sector sanitario, por ejemplo, para muestras de sangre que tienen que almacenarse a temperaturas bajas, entre otras muchas aplicaciones.

Precisamente, una de las grandes ventajas de la transferencia térmica frente a la impresión térmica directa es la durabilidad del equipo. Y esto es así porque el ribbon que está en contacto con el cabezal le protege a lo largo del proceso de impresión. Otro claro punto a favor de la tecnología transferencia térmica es que confiere una mayor resistencia a las etiquetas impresas, que pueden soportar temperaturas extremas, roces, intemperie, agua, químicos, luz solar, etc.

Como complemento a lo anterior, este tipo de impresión es más versátil dado que el ribbon puede incorporar distintos colores como rojo o dorado, no solo negro. Además, ciertos equipos de transferencia térmica pueden imprimir tanto con tecnología de transferencia térmica como con tecnología térmica directa, solo cambiando el tipo de consumible.

La única dificultad que podemos encontrar en este tipo de tecnología es la colocación del ribbon, puesto que es necesario colocarlo evitando cualquier arruga. Un error en la colocación se traspasaría a la etiqueta, provocando que etiquetas con código de barras, por ejemplo, quedaran ilegibles.

Cualquier sector, empresa o actividad profesional que necesite un etiquetado duradero y resistente puede optar por la impresión mediante transferencia térmica. Es el caso del sector alimentario y del sanitario en los que se precisa que el alimento, las pruebas o muestras se conserven a una temperatura determinada o puedan someterse a condiciones adversas. Otros sectores, como el logístico, usa esta opción para envíos que prevean un tiempo de tránsito prolongado; en los que el paquete pueda sufrir roces o se almacene a la intemperie. También resulta muy útil para la codificación de inventarios longevos, que estén en condiciones climáticas adversas.

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