El catálogo en papel sigue ganando adeptos en plena era digital

Durante la campaña de Navidad, los buzones se llenarán con catálogos de tiendas de electrónica y jugueterías, que siguen apostando porque padres e hijos pasen sus páginas y llenen la lista de reyes en el mismo libreto. Y es que, como señala un artículo de Graphispag, el papel sigue siendo un elemento publicitario esencial para las empresas, ya que aún hay muchas personas que no están adaptadas a los mecanismos digitales y a las que hay que llegar.

Además, el catálogo físico se ha convertido en una herramienta de gran valor para llevar a los consumidores hacia los contenidos digitales. Este papel de puente entre el mundo analógico y digital es posible gracias a las innovaciones que se han aplicado en los últimos años, como por ejemplo la inserción de códigos QR o sistemas de realidad aumentada.

Eso no sólo se aplica a los catálogos destinados al consumidor final, sino también a los materiales pensados para profesionales, más acostumbrados a consumir información digital, por lo que si deben decidir qué maquina comprar también se sentirán atraídos por la información visual y, si lo necesitan, echarán manos de los recursos tecnológicos que les permitirán obtener más información. Es por este factor que la publicidad para el B2B debe seguir los mismos patrones que la destinada al B2C.

En el futuro, la innovación en la publicidad impresa no se limita a la aplicación de tecnologías como códigos o realidad aumentada, sino a otras soluciones novedosas que tienen que ver con soluciones de impresión. Por ejemplo, en el catálogo de un centro comercial, la inserción de parches olfativos puede evocar un ambiente o una fragancia.

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