La impresión digital da alas a la autopublicación
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Los impresores de libros están rentabilizando las nuevas oportunidades de negocio gracias a los autoeditores. Con un modelo de producción bajo demanda, que permite la producción rentable de un solo título, incluso los libros más desconocidos pueden convertirse en oportunidades asequibles.
No hace mucho tiempo, la autopublicación de libros se veía como el último recurso para los escritores, pero la publicación independiente se está convirtiendo cada vez más en la primera opción para muchos aspirantes a autores, que están aprendiendo a competir con los grandes editores y, en algunos casos, los superan en ventas.
Las plataformas digitales son ahora un canal clave para los autoeditores, que se ven atraídos por la autopublicación de libros electrónicos por el control creativo, el acceso a mercados mundiales y la promoción independiente. Sin embargo, aunque el soporte digital permite publicar el contenido y venderlo directamente al consumidor, la mayoría de autoeditores sigue prefiriendo conservar copias impresas tangibles de su trabajo. Pruebas de ello es el informe sobre el sector de la autopublicación de UKSG: entre 2011 y 2016, que señala que el número de libros electrónicos creció un 68%, frente al crecimiento del 301% de los libros impresos.
Como señala Canon, los impresores de libros tienen mucho que ganar con el auge de la autopublicación, especialmente aquellos que ofrezcan servicios de impresión digital de tiradas cortas. La autopublicación funciona bien en formato digital bajo demanda, que puede ser una opción mucho más económica en comparación con los costes asociados a la impresión offset de alto volumen.
Los avances en la tecnología de impresión digital han aportado numerosos beneficios, como tiradas más cortas, flexibilidad en los pedidos, así como optimización de la gestión de existencias y el tiempo de comercialización. Apostar por nuevos autores no probados ha dejado de ser un riesgo, ya que, con un modelo de producción bajo demanda, que permite la producción rentable de un solo título, incluso los libros más desconocidos pueden convertirse en oportunidades asequibles.
Sin embargo, los beneficios de la impresión digital para la cadena de suministro editorial van más allá de la gestión de tiradas que son demasiado cortas para una producción offset económica o de minimizar el capital invertido en el inventario. Los impresores de libros también tienen la oportunidad de ampliar su propuesta de valor cumpliendo una función consultiva con empresas de autopublicación más pequeñas.
Las empresas de autopublicación necesitan gestionar sus costes y recursos de forma más estratégica. Los impresores de libros con amplia experiencia en el sector de la publicación pueden ayudar a estas empresas asesorándolas sobre cómo gestionar mejor los pedidos, ajustas las estimaciones, optimizar su cadena de suministro y mejorar el retorno de la inversión general.
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