Las empresas tenderán a adoptar impresoras más pequeñas

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Del gran equipo de impresión, centralizado, con muchas funcionalidades y pensado indistintamente para trabajos copiosos como para otros más ligeros, se pasará a equipos individuales repartidos a lo largo y ancho de la oficina, lo que facilita el cumplimiento de las normativas. Es lo que Brother ha bautizado como modelo de impresión distribuida.

Para atender las necesidades de sus empleados, muchas grandes empresas cuentan con un córner por planta donde máquinas con capacidad titánica atienden todas las demandas decenas de empleados de varios departamentos. Se trata de un modelo que surgió en un momento en que las oficinas crecían y las plantillas se multiplicaban, y que ha estado reinando hasta ahora. Pero este modelo está empezando a dejar paso a equipos de impresión más pequeños, adaptados a las demandas del usuario, con atención personalizada y, sobre todo en estos tiempos en los que una pandemia obliga a respetar la distancia social.

Las oficinas, tras la pandemia y el teletrabajo, serán previsiblemente lugares con mayor distancia entre los empleados y con horarios más flexibles. Las empresas deberán implantar medidas de seguridad y cuidado de la salud, y el modelo de impresión compuesto por varios equipos más pequeños y funcionales que den servicio a grupos reducidos de personas será el aliado perfecto para adaptarse a esta nueva realidad.

Como señala Brother, con este formato de impresión distribuida se evitan no solo las aglomeraciones de personas frente al aparato, sino también el atasco o superposición de trabajos. Además, cada uno de estos equipos ‘individuales’ puede ajustarse mejor a las necesidades de grupos pequeños de empleados. Para la empresa no solo es garantía de eficiencia, sino también de productividad y ahorro de tiempo: los empleados tendrán los equipos mucho más cerca y los compartirán menos personas, con lo que imprimir y recoger el trabajo serán acciones casi inmediatas. Su coste unitario es, por supuesto, menor, y les facilita el cumplimiento de las normativas a las que están teniendo que adaptarse a marchas forzadas.

Y no olvidemos en este nuevo paisaje laboral al teletrabajador, que necesitará un equipo propio que, en algunos puestos, será fundamental para llevar a cabo su trabajo. Según Brother, ya no solo se trata de un entorno de impresión distribuido, sino que va más allá para convertirse en un entorno hiperdistribuido en el que el espacio de trabajo se extiende al domicilio del empleado, el cual requiere soluciones en cuanto a la gestión y administración de dispositivos por parte de los gestores de TI.

En suma, contar con un formato de impresión distribuida o hiperdistribuida es una garantía de que todo seguirá funcionando de la manera correcta y de que los trabajadores, estén donde estén y sean cuales sean las circunstancias, podrán seguir gestionando sus tareas de manera eficiente.

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