Consideraciones a la hora de reevaluar la impresión de oficina
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Los trabajadores que regresan a la oficina se enfrentan con distanciamientos sociales y cambios en los espacios comunitarios y de descanso. En esta nueva normalidad, los proveedores de impresión deben ajustar sus productos y servicios para abordar las cambiantes necesidades de impresión de los clientes.
Para limitar la propagación de la infección, las empresas han adoptado medidas para limitar o restringir el uso de elementos de alto contacto y equipos compartidos, como impresoras. Para los proveedores de impresión, la transición a un entorno de trabajo híbrido, con una mayor proporción de trabajadores a domicilio, ofrece desafíos y oportunidades.
Según Quocirca, existen varias consideraciones a la hora de reevaluar la impresión de oficina:
--¿La impresora multifunción, el otrora centro neurálgico de la oficina, se mantendrá a puerta cerrada?
--¿Cómo pueden los proveedores de impresoras facilitar la impresión sin contacto?
--¿Pueden los proveedores garantizar que las plataformas de gestión de impresión basadas en la nube, la impresión móvil o las aplicaciones que mejoran el flujo de trabajo tengan el menor contacto posible?
--¿Deberían los proveedores de impresión realizar auditorías nuevas, para ver si se requiere el regreso a un modelo distribuido en lugar de centralizado, y reconsiderar si las impresoras personales son el futuro, al menos en parte?
La única certeza de todo esto es que nadie puede predecir cuánto tiempo tendrá que imponerse el distanciamiento social y que muchas de las medidas que se han implementado para minimizar o incluso erradicar el uso de dispositivos compartidos, como impresoras, no sean temporales.
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