Impresión: un mercado en plena transformación (I)
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El auge de la impresión 3D contrasta con el panorama actual del mercado de impresión, que en general experimenta un ligero descenso en España. IDC prevé que, en 2020, más de la mitad de los contratos de adquisición de dispositivos de impresión inteligente para empresas dará prioridad a la oferta de software y servicios.
IDC ha emitido sus predicciones sobre el mercado de la impresión, en las que destaca el buen momento que vive el mercado 3D. Concretamente, la consultora estima que el gasto global en impresión en 3D en Europa Occidental (incluyendo hardware, materiales, software y servicios) será casi de 2.780 millones de euros en 2019 mientras que, en 2021, se espera que el gasto mundial sea casi 5.000 millones de euros, con una tasa de crecimiento anual compuesta de cinco años del 15,6%.
En conjunto, las impresoras y los materiales 3D representarán aproximadamente dos tercios del total del gasto en Europa, alcanzando 1.610 millones y 1.718 millones respectivamente en 2021, mientras que los servicios alcanzarán los 232 millones en gran parte debido al incremento de servicios bajo demanda y servicios de integración de sistemas. Las compras de software crecerán más lentamente que el mercado global, con un crecimiento anual a cinco años del 18,6%.
Este auge de la impresión 3D contrasta con el panorama actual del mercado de servicios de impresión. A pesar de que España lidera el ranking de países en Europa donde la impresión de gran formato crece a una tasa del 3,7% en el periodo 2019-2021 generando un mercado de algo más de 53 millones de euros, en general el mercado de impresión en España experimenta un ligero descenso continuando con la tendencia de 2018.
Por otra parte, IDC prevé que, en el año 2020, más de la mitad de los contratos de adquisición de dispositivos multifunción de impresión inteligente para empresas dará prioridad a la oferta de software y servicios primero, y considerará el conjunto de características de hardware como un determinado. La venta de estos dispositivos ha sido tradicionalmente un negocio de relaciones en el que el concepto de producto aumentado retiene al cliente y lo incita a seguir consumiendo el mismo producto y renovando el contrato, mientras que las experiencias negativas envían a los clientes en busca de proveedores alternativos.
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