Claves para hacer las impresoras menos apetecibles para los hackers
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El primer paso para proteger una impresora es dejar de considerarla como ese periférico que recibe instrucciones de otros dispositivos más avanzados. Lejos de eso, es un sistema que almacena valiosa información y que es capaz de realizar múltiples funciones. Incluirla en el plan de ciberseguridad empresarial es básico.
Tradicionalmente a las impresoras se les consideraba equipos accesorios que no se usaban regularmente. Pero al estar conectadas a muchos equipos, se han convertido en verdaderas encrucijadas de información apetecibles para los hackers. He aquí algunos consejos de ciberseguridad para proteger las impresoras:
Modernizar los equipos
Las impresoras multifuncionales imprimen, escanean, fotocopian, ofrecen múltiples funciones de gestión de documentos y envían emails. En términos de ciberseguridad, es preciso equiparse con impresoras modernas, las cuales disponen de prestaciones capaces de detener ataques, reiniciarse automáticamente para reparar el sistema o impedir cambios no autorizados de su configuración. Además, sus programas de detección de amenazas son constantemente actualizados, por lo que la empresas propietarias pueden tener sus equipos al día en la que a seguridad se refiere.
Cuidar los documentos
Muchas filtraciones de información ocurren de una manera muy simple: alguien no autorizado recoge los trabajos ya listos en la bandeja de la impresora. Para evitar estos percances, las impresoras exigen que el usuario active frente a ellas el trabajo de impresión con una clave, una identificación biométrica o una tarjeta de acceso. Así se reduce el riesgo de que queden documentos desatendidos.
Incluirlas en el plan de ciberseguridad
Cada vez es más común que los hackers empleen las impresoras como puertas de entrada para penetrar en la red empresarial, de ahí que las impresoras deban ser incluidas en los planes de ciberseguridad como cualquier dispositivo móvil o PC. Esto incluye dotarse de antivirus y firewalls, y de programas que encripten los datos durante el trayecto entre la computadora y la impresora, o asegurarse de que las impresoras posean discos duros seguros que hagan difícil a un hacker robar la información. Una medida práctica es borrar rutinariamente la memoria de las impresoras, pues en sus discos duros puede almacenarse una enorme información proveniente de los trabajos ordenados.
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