La desintoxicación digital y el auge de la impresión
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La base de una fuerza de trabajo híbrida es la tecnología digital. Mantener al personal conectado y productivo, independientemente de la ubicación, ha sido un salvavidas para muchos. Sin embargo, el permanecer tanto tiempo delante de una pantalla está revalorizando la página impresa.
Gracias al COVID-19, vimos una explosión de empleados trabajando en casa. Para apoyar este repentino crecimiento, todos se subieron al carro de las herramientas digitales. El uso de Microsoft Teams aumentó un 894% entre marzo y junio de 2020, y Zoom llegó a superar la cifra de los 300 millones de usuarios diarios. Estas y otras soluciones ayudaron a conectar a las personas, y a proporcionar una oficina segura y productiva desde casa.
Toda esta tecnología ha apoyado a la fuerza laboral, pero presenta algunas desventajas. Colectivamente, el tiempo que pasamos delante de una pantalla ha aumentado dramáticamente en el último año. Una de las pocas constantes en nuestras vidas, desde el momento en que nos despertamos hasta que nos acostamos, es mirar las pantallas. Aquellos que trabajan desde casa no tienen los cortes naturales que forman parte de trabajar en una oficina, como reuniones en persona, almuerzos con colegas o desplazamientos. Más trabajo remoto conlleva más mirando las pantallas, lo que puede conducir a varios problemas mentales y físicos. La fatiga de la pantalla se ha convertido en un verdadero problema.
Si bien las herramientas digitales nos han ayudado más de lo que jamás hubiéramos imaginado, debe haber un equilibrio, una desintoxicación digital para reducir el tiempo de pantalla. Para muchas personas, una desintoxicación digital significa volver a abrazar el papel. La página impresa causa menos fatiga visual que el uso de una pantalla; es más fácil retener y absorber los materiales impresos; y es fácil y rápido de anotar y revisar. Incluso puede ayudar a ser más productivo ya que hay menos distracciones; simplemente se está enfocando en el papel que se tiene delante.
Es cierto que estamos pegados a nuestras pantallas más que nunca, y todos podríamos beneficiarnos de una desintoxicación digital. Si bien no podemos deshacernos de nuestras pantallas, adoptar la impresión puede ayudar a reducir el tiempo que pasamos delante de ellas y mejorar nuestro bienestar.
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